¿Por qué mi gato no usa su cama? Guía definitiva para elegir la cama ideal

¿Por qué mi gato no quiere dormir en su cama?

Una de las frustraciones más comunes entre quienes tenemos gatos es ver cómo ignoran esa cama suave, bonita (y muchas veces cara) que con tanto cariño les compramos. A veces incluso preferirán una caja de cartón vieja, el suelo frío o tu silla favorita antes que su flamante cama nueva.

Pero esto tiene explicación.

Los gatos no son complacientes, y su comportamiento está guiado por su instinto. No usan cosas «porque sí». Necesitan sentir seguridad, confort, familiaridad y, en muchos casos, altura o aislamiento. No todos los gatos son iguales, y ahí es donde radica el verdadero problema: cada gato tiene su personalidad.

Yo mismo he comprado varias camas y algunas se han quedado almacenadas, porque a mis gatos no les gustan. A mi parecer eran bonitas, pero ellos decidieron ignorarlas. A veces es difícil de adivinar qué cama quiere mi gato.

Muchos cuidadores no saben que un gato puede rechazar una cama por su forma, textura, temperatura, altura, olor o incluso ubicación. Por eso, en lugar de frustrarte, es mejor entender cómo piensan (y sienten) nuestros felinos.


Cómo elegir la cama ideal para tu gato (según su personalidad)

La clave para que tu gato use su cama no está en el precio ni en el diseño… sino en su personalidad.

1. Gato independiente

Prefiere dormir aislado, le encantan los escondites. En este caso, una cama tipo iglú o una cama cueva es perfecta. Les da seguridad y oscuridad.

2. Gato sociable

Si duerme cerca de ti, en el sofá o en la cama, probablemente le guste una cama abierta, como las tipo donut o colchones acolchados.

3. Gato observador

Adora mirar por la ventana, seguir el movimiento exterior o acechar desde las alturas. Para él, una hamaca colgante para ventana o cama elevada es lo mejor.

4. Gato ansioso o estresado

Busca lugares cerrados, apretados, donde se sienta protegido. Aquí funcionan bien las camas antiestrés, de felpa cerrada o tipo nido.

Yo he notado que a veces mi gato prefiere el suelo o también el sillón, y eso me indica que hay que observar más, probar ubicaciones distintas o incluso usar su mantita favorita para motivarlo a probar la cama.


Tipos de camas para gatos: pros y contras según la experiencia real

Vamos a ver los modelos más comunes y cómo se comportan los gatos ante cada uno, basándome en lo que he vivido personalmente.

Cama tipo iglú o cueva

  • Pros: Protección, aislamiento, retención de calor.
  • Contras: Algunos gatos no entran ni aunque los invites con premios.

Sabías que hasta hay camas en forma de cuevas para mis gatos… pero no por tener tantas camas mi gato va a estar cómodo.

Cama donut

  • Pros: Muy cómoda, envuelve al gato, buena para el invierno.
  • Contras: A algunos les da calor o se sienten atrapados.

Algunos gatos prefieren las llamadas donut para gatos, que parecen donas y pueden dormir dentro o fuera de la dona.

Cama colgante para ventana

  • Pros: Ideal para gatos curiosos, excelente vista.
  • Contras: No todos confían en la estructura, y algunos solo la usan pocos minutos.

Son pocos los minutos que puede pasar mi gato en su cama… a veces prefiere otra cosa, aunque estas camas colgantes son una buena opción para que esté cómodo.

Hamaca colgante

  • Pros: Se adhiere a paredes, muebles o radiadores.
  • Contras: Depende del peso del gato y la instalación.

Camas con rascador

  • Pros: Funcional y divertida. Son como un parque de diversiones para gatos.
  • Contras: Se desgastan rápido si tu gato ama rascar.

Alguna vez le compré a mis gatos un rascador tipo cama y les encantó, pero se lo acabaron por tanto rascar y ya no volví a encontrar el mismo modelo.


Camas donut, iglús, colgantes y más: ¿cuál le puede gustar a tu gato?

La respuesta corta: ¡no lo sabemos! Porque cada gato es un universo distinto.

Por eso te comparto lo que yo he aprendido con el tiempo:

  • No hay que obsesionarse con lo que se ve lindo en internet.
  • He comprado camas de todo tipo: donut, iglús, hamacas, baratas y caras.
  • Algunas solo las olieron. Otras las usaron un par de días. Y otras, directamente ni las miraron.

Incluso me ha pasado que algunas camas baratas les gustaron más que las caras, lo cual me desconcertó. Hay gatos que valoran más una manta vieja con su olor que una cama con forma de cupcake que cuesta 1,500 pesos.


Mi experiencia comprando camas para gatos (y lo que aprendí)

He comprado varias camas y algunas se han quedado almacenadas ya que a mis gatos no les gustan. La verdad, no sé por qué no les gusten si a mi parecer son bonitas. Pero aprendí lo siguiente:

  1. No todas las camas son para todos los gatos.
  2. Los gustos cambian con la edad, el clima y el estado de ánimo.
  3. Una cama que hoy ignoran, mañana puede ser su favorita.
  4. El olor importa. Lava la cama antes de usarla, pero también ponle una prenda tuya o una mantita con su aroma.
  5. Ubicación, ubicación, ubicación. El lugar donde pongas la cama es casi más importante que la cama en sí.

¿Vale la pena comprar camas caras o baratas?

No necesariamente.

He comprado camas caras que terminaron como adorno. Y otras baratas que fueron un éxito.

Se que algunas camas baratas les pueden gustar a mis gatos, pero es difícil de saber cuál le puede gustar. Es un proceso de ensayo y error. A veces conviene ir de menos a más. Comprar una económica, ver si la usa, y luego invertir en una mejor del mismo tipo.


Rascadores-cama y otros inventos que sí funcionaron

Uno de los mejores descubrimientos fue un rascador tipo cama. Les encantó. Se metían, rascaban, dormían… hasta que lo destrozaron de tanto uso. Nunca volví a encontrar el mismo modelo, y desde entonces he probado otros, pero ninguno tuvo el mismo éxito.

Aquí algunas ideas que han tenido buena recepción:

  • Cajas de cartón adaptadas con mantas.
  • Almohadones viejos con su olor.
  • Camas improvisadas sobre mi ropa (sí, tu gato ama tu olor).

Errores comunes al comprar camas para gatos

  1. Elegir solo por estética.
  2. Forzar al gato a usarla.
  3. No observar los lugares donde ya duerme espontáneamente.
  4. No cambiar la cama de lugar si no la usa.
  5. Pensar que una cama sirve para todos los gatos de la casa.

Consejos finales para acertar en la próxima cama de tu gato

  1. Observa dónde duerme naturalmente y trata de replicar eso con una cama similar.
  2. Juega con él cerca de la cama para que la relacione con cosas buenas.
  3. Pon su manta favorita dentro.
  4. No la laves demasiado seguido: el olor es importante.
  5. Ten paciencia: lo que hoy ignora, mañana puede amar.

Recuerda: yo he comprado muchas camas… y sigo comprando. Algunas están almacenadas, otras fueron éxitos fugaces, pero sigo probando porque quiero que mi gato esté cómodo. Y lo más importante: mi gato es parte de mí.

Deja un comentario
Estar al día
Register now to get updates on promotions and coupons

Carrito de la compra

×